Sony Crystal Cinema: Quizás la mejor pantalla de cine de todos los tiempos

(Image credit: Sony)

783 pulgadas. 19,2 metros de largo y 5,4 metros de alto. Resolución de 16.000 líneas. Ratio de contraste de millón a uno. HDR. 1.000 nits por pixel. Precio: 5.8 millonazos de dólares, unos 5.2 millones de euros al cambio. Esas son las características básicas de uno de las pantallas más increíbles jamás creadas: la Sony Crystal Cinema.

Presentada originalmente en la convención National Association of Broadcasters en abril de 2019, Sony acaba de anunciar que su tecnología Crystal LED estará a partir de hoy disponibles para que consumidores como tú y yo la instalamos en nuestra casa — si tú y yo tuviéramos la cuenta corriente de Bill Gates, claro. Antes sólo estaba disponible para cines o clientes comerciales. Una pantalla de 16K  como la que puedes ver bajo estas líneas se instaló recientemente en el nuevo de centro de investigación de los cuarteles generales de Shiseido, la compañía de cosméticos japonesa.

(Image credit: Sony)

Pero ahora cualquiera con una tarjeta de crédito intergaláctica puede comprarse una para casa. De manera similar a la technología de Cinema Screen de Samsung, Sony te permite construir la pantalla que quieras usando módulos Micro LED que no tienen bordes de ningún tipo y por tanto se pueden instalar en una pared para que parezca una superficie continua. 

Según Sony, la pantalla Full HD está compuesta por 18 paneles de 16 x 18 pulgadas cada uno, con lo que alcanza una resolución de 1080 líneas en una pantalla de ocho por cuatro pies (2.43 x 1.2 metros). El tamaño de 4K pasa a 72 paneles, lo que forma una superficie que es 220 pulgadas en diagonal o 16 x 9 pies (4.8 x 2.7 metros). La de 8K se sale de madre con 288 paneles, 440 pulgadas y un tamaño total de 32 x 18 pies (9.75 x 5.48 metros). Y finalmente, la versión copón de la baraja y ultra panorámica: 63 x 18 pies (19.2 x 5.48 metros), 790 pulgadas en diagonal con una resolución de 16K.

Las especificaciones técnicas son igual de impresionantes que el tamaño y la resolución. Los pixels Crystal LED — como Sony llama a su versión de la tecnología MicroLED — tienen un tamaño de 0,003 milímetros cuadrados, la mitad del tamaño de un cabello humano. Según la compañía nipona, es un tamaño 100 veces más pequeño que el de un LED tradicional. También dicen que es más brillante que los paneles OLED — con una iluminación por pixel de 1,000 nits — y con un ratio de contraste de un millón a uno, igual que los OLED. Esto se debe a que los píxeles rojos, verdes y azules se iluminan de forma independiente y pueden apagarse por completo y mostrar un negro absoluto.

La gama de color HDR también es impresionante sobre el papel. Según Sony cubre el 140 por ciento de todo el espectro de color estándar sRGB con un ángulo de visión de casi 180 grados. Y encima también puede mostrar películas en 3D, utilizando gafas polarizadas.

Todo este terror tecnológico viene con un precio a la par — el par de riñones que tendrás que vender para comprar la más barata de ellas. Cada panel cuestas unos $10.000, así que el modelo 1080p costaría $180,000 más mano de obra para ensamblar los paneles. ¿Quiéres 4K? Pues nada: $720,000. ¿8K quizás? $2.88 millones de boniatos. Y si lo que quieres es ir al por el premio gordo de navidad y comprar la de 16K tendrás que gastarte los $5,760,000 a los que apuntaba en el titular.

¿Merece la pena una televisión así en vez de un proyector digital 4K de cine profesional como el Sony SRX-R151P? Depende de para qué. Si lo vas a utilizar en un cine en casa, entonces no. El proyector de Sony cuesta sólo $135,000 y te dará una pantalla de varios metros en diagonal. Y además la experiencia será más como en el cine de verdad aunque no tenga el ratio de contraste de un millón a uno (el cine de verdad tampoco lo tiene, obviamente).

Pero si quieres poner una pantallas así en tu salón, con las ventanas abiertas, entonces quizás sí te merezca la pena porque el Micro LED aguanta bien la luz del sol. ¿Pero para qué? Con los 720,000 dólares del Crystal Cinema 16K te puedes comprar una casa con un sótano y te queda suficiente dinero para el proyector profesional y el equipo de audio certificado THX Dolby.

Pero vamos, que si tuviera la cuenta de Warren Buffet, me pillaba una sí o sí.